sábado, 10 de diciembre de 2011

Mora, qué poquito duró lo bueno...



Has tenido que vivir todo lo malo que puede tener la vida de un galgo, también todo lo bueno, pero lo bueno fue muy corto y en ningún momento puede reparar el daño que te han hecho.
Un desgraciado te descarta por enferma y por romperte una pata y la cadera , otro más desgraciado te opera sin tener en cuenta tu enfermedad, y al infectarse tu pata te confina a una caja durante un mes , inválida, sin poder levantarte, las úlceras que te produce el roce y la humedad de tus orines y heces se agrandan cada día.
Por fin alguien con ojos que ve tu sufrimiento y te saca de ese tormento (a quien siempre le agradeceré todo lo que hizo por tí), te conocí metidita en una caja de plástico de esas bajitas que se meten debajo de las camas, llevabas allí más de un mes. Tus ojos estaban desapareciendo hundidos en la sequedad que te producía la leishmania que nadie te había tratado.
La prótesis demasiado grande para tu pata había roto tu piel y producido una infección que olía muy mal e impedía que pudieras pisar sin que tu pata se torciera.
Tenías la cadera partida y nadie lo había tenido en cuenta.
Recorriste un larguísimo camino junto a tus ángeles de la guarda, que te cuidaron, te mimaron, estuvieron contigo paso a paso.
al segundo día de estar con ellos ya parecías otra perra, porque fortaleza es lo que nunca te ha faltado, con a penas dos añitos eras un ejemplo de entereza, de fuerza, de lucha por vivir.
Atrás fue quedando la gente sin ojos que nunca te vio, la otra que gente que tampoco quiso salvarte sino que te hundió más en tu miseria, te olvidaste de todo y de todos, viviste.
Alegre, cariñosa, feliz, ibas consiguiendo que cada paso que dabas fuera una conquista, y lo conseguiste, te convertiste en una galga casi sanita del todo.
Te fuiste en adopción con una familia que había estado sufriendo contigo desde el principio, en la distancia, muy lejos de donde estabas, que por fin consiguieron que te reunieras con ellos, te cuidaron, te quisieron, lucharon por ti como lo habían hecho aquí tus ángeles de la guarda.
Pero tanto sufrir le había puesto una fecha límite a tu cuerpo maltratado, te fuiste al cabo de año y medio de vida plena.
Aquí nos quedamos los que te conocimos, los que intentamos que tu sufrimiento terminara. Nos quedamos con las manos vacías, el cuerpo extraño porque duró muy poco, lo bueno duró muy poco, Fue muy bueno, pero fue muy corto.
Personalmente creo que no ha sido justo, que podrías haberte salvado antes, que podrías haber sufrido mucho menos, si algunas personas hubiesen tenido un poco de sentido común, que ya ni les pido que tengan cariño, sólo sentido común.
Y tampoco diré nada sobre las operaciones que te hicieron antes de que Galgos112 se hiciera cargo de ti. Pero sí voy a decir que no es justo que haya gente que se aproveche de los perros abandonados por dinero o por ignorancia, no es justo.
El mundo animalista tiene una deuda contigo Morita, y erradicar de su mundo a tanto loco sin escrúpulos que ni saben ni quieren saber sobre el sufrimiento de un perro.

Marité

Gracias a aquellos que de verdad amáis a los animales.