
Charly (al que le hemos cambiado el nombre que traía para que nada de su desagradable pasado le persiga) fue rescatado por una asociación de Sevilla en Diciembre de 2011, tenía la pelvis y la cadera rota en varios sitios, y no se movía, fue encontrado en un descampado e inmediatamente hospitalizado (los que sois de fuera de Andalucía debéis saber que aquí es complicado para una asociación local sacar galgos en adopción como no contacten con alguna asociación extrajera o alguna asociación que actúe a nivel nacional, porque hay pocas adopciones de galgos, y muchos galgos rescatados).
Aquí empieza para él un ir y venir entre buenas y malas personas.
Primero pasó un mes en la clínica veterinaria, no sabemos bien por qué razón, ni qué se le hizo allí ya que no tenemos los informes de la clínica.
Una voluntaria de la asociación sevillana que siguió la evolución de Charly desde el comienzo, estaba preocupada porque no veía que el galgo cogiera peso, ni evolucionara. Consiguió una casa de acogida temporal donde por fin Charly empezó a engordar y a ponerse de pie. Le llevaron a otro veterinario, las radiografías y el informe que tenemos es de este momento.
Buscando una acogida y/o adopción definitivas para él, contactaron con nosotros, y nos explicaron la situación. Pero antes de que pudiéramos hacer más que darles la opinión de nuestros veterinarios tanto de Sevilla como de Gerona, nos comunican que Charly se va en acogida con una asociación de galgos que actúa a nivel nacional y que ellos se ocuparán de atenderle con sus veterinarios y luego buscarle adopción.
Nos alegramos con ellos de que Charly por fin tuviera una posibilidad de cambio de vida.
Nuestra sorpresa fue grande cuando la misma voluntaria (una persona estupenda que no se deja engañar por lo que le dicen y siempre utiliza su sentido común) vuelva a comunicarse con nosotros a los 15 días para decirnos que desde la asociación de galgos les dicen que el perro es autista, que muerde y que no van a ocupar una casa de acogida con un perro así, de difícil adopción, por lo que ellos lo sacrificarían o se lo cambian por otro que sea más adoptable.
Sin salir de su estupor, las voluntarias de la asociación sevillana les piden que por favor se los devuelvan, y así lo hacen enviándole por una empresa de transporte aunque estaba a menos de dos horas de coche de distancia con Sevilla.
En cuanto la voluntaria contacta con nosotros de nuevo y nos cuenta esta situación, teniendo en cuenta que ellos se hacen cargo de muchísimos perros y no tenían una casa de acogida donde poder enviar a Charly , les pedimos que lo traigan.
Aquí entran en la vida de Charly todos vosotros con su estupenda respuesta a mi pedido de acogida para él , primero Valeria e Isabelo, se vienen al vete y esperan conmigo que llegue Charly , sin saber con qué tipo de perro nos encontraríamos, ni siquiera en qué condiciones.
Por suerte la situación ni era tan tremenda, ni era inabordable. Charly tiene cadera y pelvis rota en varios trozos, pero ya ha soldado, no tiene nada de muculatura en sus patas traseras, y está muy asustado, tiembla en un rincón, está muy bajo de peso , pero su analítica es buena, Charly está sano, sólo tiene el intestino lleno de cacas, mucho miedo, y muchas ganas de vivir.
Primero Valeria y luego Encarna y Cristina responden a nuestro pedido de ayuda para acoger a Charly , sabiendo que no es sencillo, pero que quieren hacerlo.
15 días después de ese primer día que vimos a Charly , podemos deciros que evoluciona favorablemente, no tiene problemas para hacer sus cacas, algo que hay que tener siempre en cuenta porque el ultimo trozo de intestino y el colon se han quedado un poco más estrechos de lo normal por su lesión de cadera y pelvis, y hay que controlar que no esté estreñido. Desde el primer momento en sus acogidas Charly ha sido conducido con cariño y paciencia para ayudarle en su socialización y el cambio es importante. Ya tiene músculos en sus piernas y pasea muy bien con correa.
Poco a poco, paciencia, ganas y una apuesta por la vida que desde Galgos112 siempre intentamos transmitir a nuestras casas de acogida, que son las que se encuentran con la verdadera realidad del galgo. Cada uno de los que tenéis galgos en acogida podéis comprender lo que os cuento, ese miedo, esa timidez, que va cediendo cada día, y que tanto trabajo y dedicación cuesta, pero que tan gratificante es porque se ve el resultado en cada momento.
Solo tengo que agregar un gracias muy especial, a las casas de acogida que no dudáis en responder a nuestro pedido de ayuda, y a todos esos voluntarios que no pierden el sentido común, porque eso y a veces, solo eso, es la diferencia entre la vida y la muerte de un galgo que no siempre tiene la oportunidad de recuperarse de sus lesiones.
Mucho es lo que ha sufrido este pequeño, del cual ahora sabemos que no es un cachorro, tiene 1 quizás 2 años, pero es pequeño y estaba muy delgadito, desde que está con nosotros, no ha dejado de avanzar y de poner todo de su parte para convertirse en el galgo que siempre debió ser.
