miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Galga o Mortadela?




¡Mira papa!, ¡Un perro serpiente!, esto lo oía yo un día, de labios de un niño de unos 5 años, dirigiéndose a su papá, mientras con su dedito rechoncho apuntaba hacia mi galguita , en un stand de Galgos112.
Que si se parece a ratatouille, es lo que dice un amigo mio francés, pues le recuerda al entrañable personaje de la película...o a una vampirilla, según mi hermano pequeño, siempre con sus colmillos a medio asomar, a modo de sonrisa diablesca...
Mi experiencia como voluntaria en Galgos 112, empieza hace tiempo atrás , y el primer galgo que vi al llegar a la asociación fué mi preciosa galga Lara. Entonces no sabia que ella iba a formar parte de nuestras vidas, parte de mi pequeña familia, Yannick, el pequeño Alexi, mi querida Dogo Alemán Nit, y yo.
Alexi llegó a nuestras vidas con prisas, 3 semanas antes de la fecha prevista y en plena noche, asi que salimos hacia el hospital, pero no sin decirles a mis perris , que volveríamos con uno mas.
Y así aquella noche nació nuestro pequeño.
Han sido con toda seguridad las dos semanas mas intensas de nuestras vidas y lo mas sorprendente es que cuando le presentamos el pequeño Alexi a nuestra Larita, ella dejó en el umbral de la puerta de la habitación toda su vitalidad y energía para convertirse en un gran gato delicado, y acercándose lentamente a nuestro Alexi, y torciendo su largo morrito de ratita de un lado a otro, mientras olisqueaba su cabecita, fué cuando me di cuenta que me habían dado ..¡¡gato por perro!!
Durante un buen rato me pregunté si lo que tengo en casa, es un galgo o es Mortadelo, porque hoy puedo asegurar que un galgo se puede parecer a muchas cosas.
Siempre digo que no se de donde sacan estos galgos, una sensibilidad que por fuerza tiene que ser innata, pues nunca antes, alguien les enseñó un gesto delicado o la magia de una caricia.
Cuando creía que ya lo había visto todo sobre la raza, de nuevo un galgo, esta vez el mio, vuelve a sorprenderme .
Así que hoy pienso llamar a la asociación para cerciorarme que en realidad, este ser peludo y atigrado que tengo en casa, y que se parece a muchas cosas, es realmente un perro, y quizás les diga también que aunque en estos días, en los que he contraído otro síndrome, el de la “mamitis”, también me he dado cuenta que la “ galguitis”, que venia padeciendo, es , gracias a estos magníficos galgos, ya, un síndrome incurable...

¡Pon un galgo en tu vida!

1 comentario:

Esther dijo...

Que guapos!!!!!!!!!!!!!

Por fin despiertas CrisLarita!!!!!!

Un beso