Un día Carlos escribió al mail de galgos 112:
"quiero adoptar a Quidam, ese perro me ha enamorado".
Lo que pasaba es que por sus circunstancias personales, no podía ser de inmediato, Carlos ingresaba a los dos días y la cosa iba a ser, en principio, para largo.
Me puse manos a la obra. Quidam es un enorme galgo de los de pelo duro, que todo lo que tiene de grande lo tiene de bueno y de "tontorrón". Lo saqué de la protectora, le pegamos un buen baño, y lo llevé a Barcelona donde iba a ser acogido, hasta Navidades o, hasta la recuperación de Carlos: no había prisa!
La noche antes de su intervención quise comunicarle que Quidam, ya dormía en un sofá y que le esperaba, no sé, quise que le diera ánimos. Su historia y su "enamoramiento" me había dejado tocada.
La acogida de Quidam iba muy bien, hasta que se torció. Todo se ha convertido en un gran despropósito. Camina muy bien con la correa, aunque se muestra bastante tímido, pero cuando se encuentra con otro perro, se pone muy nervioso y tira, o bien se esconde entre las piernas. Ahora entiendo sus marcas en el cuerpo.Pero lo peor no parecía ser eso, empezó haciendo los pipís fuera pero a los pocos días los hacía dentro. A su casa de acogida se le ha hecho insoportable lo que parece ser un reclamo de atención y cariño constante. Te busca todo el tiempo para que lo acaricies y es un grandullón dulce. Ahora está con dos perros más, pero estaría mejor solo.
A todo esto Carlos sale del hospital, pero se complica un poco y tiene que volver a ingresar. Hablamos y decidimos que es mejor que le busquemos otra casa al perro, que lamentablemente puede ser que pase aun mucho tiempo hasta que esté recuperado y pueda pasear tranquilamente y sin muletas.
Y me duele en el alma, pero Quidam volverá a la protectora de donde salió hace un mes.
Ya estuvo en el "corredor de la muerte de Cuenca" para pasar a una protectora, ir a una casa, y volver a una protectora.
Desde aquí, por Quidam, por Carlos, por mí, pero sobretodo por el perro, pido una casa de acogida urgente, o una de adopción definitiva.
Quidam se lleva bien con gatos, y estaría mejor en una casa donde puedan prestarle la atención que merece y donde tengan paciencia para enseñarle con mucho cariño.
El resto vendrá solo. Esa cara lo dice todo
Y ahora Carlos recuperate, que si no es Quidam, como ya te dije, y por desgracia....Hay muchos Quidam
1 comentario:
Estos son los momentos en que tiene que aparecer ese ángel de la guarda de los perros y adopte o acoja a este grandullón. Un poco de paciencia, otro poco de seriedad, alguien con energía de la buena, que le ponga por delante un desafío cada día, y a Quidam será feliz.
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