domingo, 16 de agosto de 2009

Gracias.

¿Amor a primera vista? Hay gente que cree que existe, y gente que cree que no, Yo si creo que hay veces en que nada más conocer a alguien sabes que será especial. Tal vez no para convertirse en tu pareja, pero si en un gran amigo para toda la vida. Y esto me pasó el 13 de junio de 2008, cuando, junto a mi compañera Esther, tuve la suerte de conocer a Saeta y poder sacarla de la jaula que compartía con su inseparable Campeón. Esther sacó al macho y yo a la hembra. Y nada más verlos, supe que esos dos galgos serían especiales.

Inmediatamente empecé a trabajar en su sociabilización, pues los dos habían llegado a Galgos 112 atemorizados. Conocían golpes y palizas, pero no las caricias y los arrumacos. Este periodo de aprendizaje, por ambos lados fue muy gratificante. Ellos aprendieron lo maravilloso de ser queridos y yo, lo no menos maravilloso de enseñar a serlo. Era mi primera vez trabajando con galgos en estas condiciones, así que ellos fueron mis maestros.

El 14 de julio, Campeón se marchó adoptado. Por suerte para mi, muy cerca de mi casa, por lo que no perdería el contacto con él. El 13 de agosto fue entregada Saeta, pero la que tenia que ser su familia desatendió todos las pautas de seguridad que les habíamos dado y a los pocos minutos de llegar a su destino la perdieron. Empezaron aquí 4 días de angustia, de búsqueda, de miedo. No voy a repetir las peripecias vividas esos días, pero dado que hoy se cumple un año de mi reencuentro con Saeta, quiero agradecer, de corazón, a todos los compañeros, y amigos que lo hicisteis posible.

En primer lugar debo dar un sincero gracias a Josep y Mariona, mis padres y cómplices en la aventura de Galgos 112. Gracias por estar siempre, por las palizas de coche, por el madrugón de hoy hace un año “tal vez habrá más posibilidades de encontrarla si llegamos a Figueres antes de que salga el Sol”, por salir animados de casa a pesar de tener tan claro como yo que era casi imposible encontrarla, y por acogerla y permitirme adoptarla.

Muchas gracias también a mis compañeros de Galgos 112: a Esther, que dedicó su día de descanso semanal a deslpazarse, pegar carteles, preguntar a todo el mundo y achicar los ojos para ver si hallaba la silueta de la galga en los inmensos descampados, y a quien la silla del trabajo nunca le había quemado tanto el culo como esos días. A Albert y a Mª Mercè, que a pesar de tener a su galgo Taas enfermo, no dudaron en dividir su equipo y mientras uno vigilaba su evolución, el otro hacía kilómetros conmigo por caminos y carreteras para seguir la búsqueda. A Cristina y a Yannick, que hicieron kilómetros y kilómetros, también pegando carteles, también hablando con todo el mundo, también achicando los ojos, también esperanzados de poder encontrarla y con quien nos fundimos en el primer gran abrazo post-reencuentro. Y para terminar, a todas las personas que, sin estar tan cerca, estuvisteis allí con vuestros ánimos y mensajes de soporte. A todos. MOLTÍSSIMES GRÀCIES por haberme ayudado a encontrarla y convertirme en su humana; la humana de la galga Saeta.

Núria.

2 comentarios:

Crislarita dijo...

M´HAS FET PLORAR NENA...Nunca olvidaré el grito de Núria al otro lado del teléfono; ¡ La tenemos! ¡La tenemos!...Un momento mágico, un sueño cumplido, lo que parecia imposible, encontrar a una galga atemorizada en una extensión infinita de pueblos, campos, bosques, y carreteras, se cumplia en uno de los momentos mas bonitos e intensos de mi vida.Los milagros existen.

Esther dijo...

Pues si los milagros existen y encontrar a Sae viva,fué un de esos milagros, y nunca más bien dicho, perdida en una zona que no conocia, entre una autopista y la nacional dos dirección a la frontera con Francia, para todos nosotros esos días fueron terribles y realmente la silla de mi trabajo me quemó el culo al no poder ir cada día a buscar a la peque,pero ese grito de Núria LA TENIM!!!!!!!! LA TENEMOS no lo olvidaré nunca, por suerte Sae está viva, anda a tres patitas pero viva, y desde aquí les digo a los que la adoptaron y no siguieron nuestros consejos en cuanto a la seguridad de la galga, que debería caerles la cara de verguenza no interesarse por su estado una vez supieron que la herida de su pata era muy grave.
Y dar a las gracias a todas las personas que se interesaron por ella, y nos ayudaron a costear las 3 operaciones a las hubo de someterse Sae para no tener que amputarle la pierna.
Un beso