lunes, 12 de abril de 2010

DOLOR

Todo mundo cree que el dolor existe.

Ahora bien, si comienzas a preguntar indivualmente cada persona responde de distinta forma lo que es el dolor.
Para los que han sufrido un dolor físico, ese es el mayor dolor que existe.
Para los que han sufrido una perdida de un ser querido, ese es el mayor dolor que existe.
Para los que han tenido un dolor físico y también la perdida de alguién querido, suelen decantarse por el dolor de la perdida como el mayor.
Voy expresar lo que para mi significa dolor:
Dolor es recibir una llamada de una persona que ha encontrado un animal herido y no poder decirle que le organizamos el viaje al animal y el veterinario, porque no tenemos una casa donde tenerlo después de operarlo.
Dolor es ver un animal en una perrera desnutrido detrás de unas rejas, lleno de pulgas, garrapatas y demás animalejos y no poder sacarlo de allí.
Dolor es ver como esas perreras están pagadas por las arcas municipales y estos no se preocupan de como y en qué invierten el dinero público la perrera.
Dolor es ver como hay protectoras que reciben dinero de los ayuntamientos y no tienen instalaciones adecuadas ni están suficientemente alimentados ni tienen los cuidados veterinarios que necesitan, mientras que otras se permiten tener a los animales en estados adecuados de alimentación y cuidados veterinarios correctos, eso me provoca dolor porque todo sale de las arcas públicas que no supervisan ni controlan donde va a parar el dinero de todos, para ellos los animales abandonados son una molestia y sólo les importa quitarlos de la calle para que los vecinos no se quejen, les da igual si van a un sitio u otro.
Dolor es saber que cuando alguien atropella a un galgo no se molesta en parar para saber si sigue vivo o ha muerto, y este dolor además es profundo por el poco valor que se da al animal.
En muchos casos cuando una persona atropella a un perro, avisa a las autoridades de turno para que le lean el chip y denunciar al dueño, de forma que la aseguradora del dueño le pague los arreglos de coche.
Si se atropella a un galgo o a un podenco nadie se molesta, saben que o bien no tiene chip o bien se lo han arrancado abriendole con un cuchillo el cuello donde lo tenía alojado, no hay nada que reclamar, no hay ninguna denuncia que valga para poder arreglar los daños del coche gratis.
Un galgo no vale para desde su concepción, desde su idea, desde su cultura, no merece la pena parar y ver si se le puede socorrer, excepto contadas personas que lo hacen.
Para mi dolor es saber el poco valor que se da a la vida.


Para mi el dolor es ver esta imagen y que los únicos que pararon llegaron tarde para salvarlo.
Para mi el dolor es pensar que el que hizo esto a este animal también lo haría con una persona si no tuviese miedo a las leyes.
Pero con los animales y menos con los dedicados a la caza, a nadie le importa lo que les pase, excepto a unos pocos que intentamos evitar esta masacre, masacre que se repite año tras año, una y otra vez.
Donde las pequeñas asociaciones intentan luchar por salvar los máximos posible sabiendo que es imposible y que el año siguiente se repetirá la masacre, hasta que la sociedad en general consiga concienciarse que son animales, animales que sienten alegría y tristeza.
Animales que sienten dolor físico y psiquico.
Hasta que ese día llegue no podemos poner más que tiritas ante una herida que necesita mil puntos de sutura.

4 comentarios:

Paqui dijo...

Me uno a tu dolor, porque es el mismo que sufro y siento.
La semana pasada atropellaron a un galgo en una travesía por la que suelo circular. Todos frenaron el paso, pero tambien todos, con cuidado, eso sí, pasaban por encima de su cuerpo sin vida.
¿De verdad se merecía eso? Yo sé que no, y no me cansaré de maldecir y desearles el mismo fin a todos aquellos que provocan situaciones así.

Cristina Bahamonde dijo...

Sólo espero que su muerte fuera rápida...pobre animal!
Dolor y sufrimiento es el que sentimos todos los que "ponemos tiritas", demasiado pequeñas, demasiado pocas.Aquellos que hacen el mal,a los malos, por muchas maldiciones y por mucho mal que les deseemos, ni se enteran. Esa es la gran pena, la negligencia y la insensibilidad humana...

Mariona dijo...

Lo triste, además de todo, es que quienes leemos estos escritos, y nos duelen, ya estamos concienzados. Deberíamos encontrar la forma de que mucha más gente se enterara. Dificilísimo! Porque estoy convencida, de que muchísima gente, lo ignora por completo. Otros, porsupuesto, dicen ignorarlo.

Mar de Luz dijo...

Solamente los que amamos podemos sentir ese dolor tan profundo que te deja sin respiración cuando ves a un animal herido, con un hilo de vida o muerto.

Lo más triste es que creo que durante mucho tiempo seremos nosotros lo que suframos ese dolor ya que hay muchisima gente de nuestra especie que no le dan el mínimo de los valores a estos pobres abandonados