sábado, 27 de noviembre de 2010

Acoger es un acto de solidaridad

Porque acoger no es sencillo, te encuentras de pronto en tu casa con un perro llenito de pulgas y garrapatas, delgadísimo, y normalmente ensimismado o asustado. Muchas veces enfermo o con heridas abiertas que debes curar. Un perro que no sabes cómo va reaccionar, si te morderá cuando le quieras curar, si no querrá caminar cuando lo quieras sacar a pasear, si va a mear, cagar o romper tu casa cuando le dejes la primera vez solo…
Recoger un perro recién rescatado implica tener una paciencia y una convicción que la mayoría de las personas no tienen. Cuando alguien me dice ‘tráemelo’ o bien ‘lo he metido en mi casa’, me alegro muchísimo por ese perro y me preocupo por esa familia, pero sobretodo, pienso, ‘Sii!! Este perro tiene una oportunidad de conseguir familia!!!’
Los adoptantes tienen que saber que estos perros han sido cuidados con cariño, paciencia, ganas, dinero (las casas de acogida compran los medicamentos, y la comida y muchas les pagan cosas extras en los vetes para que el perro se recupere antes y mejor) , las familias de acogida que sacan adelante un perro recién rescatado, se pasan las primeras noches durmiendo a ratitos para vigilarle, atentos a cualquier llanto, quejido o movimiento, estas personas, cuidan de sus acogidos con muchísimo cariño. Perros extremadamente delgados al que hay que darles de comer varias veces al día pocas cantidades para que no les siente mal. Perros recién operados a los que hay que medicar, vigilar, rehabilitar. Perros con heridas abiertas a los que hay que limpiar y vendar. Perros con enfermedades muy graves, que se curan con una buena alimentación y la medicación adecuada. Perros traumatizados que no salen de su rincón. Perros desbordados que no pueden quedarse quietos. Perros que han sido rescatados del mismo infierno.
Cuando estos perros están gorditos, recuperados y brillantes, se van con su adoptante, y su familia de acogida se alegra por haber sido partícipes de ese camino transitado, y ya están pensando en el nuevo necesitado que muchas veces ha llegado a su casa al día siguiente o el mismo día que se fue el anterior.
Las casas de acogida no paran de curar, cuidar, recuperar, educar, y sin ellas no podríamos ayudar a casi ninguno de nuestros perros. Galgos y podencos destrozados que tienen la suerte de haber conseguido una casa de acogida, son unos privilegiados.
Desde galgos112 queremos dar una vez más las gracias a las casas de acogida, aunque pequemos de poco humildes porque todos los voluntarios de galgos112 somos casas de acogida, pero también hay gente anónima que se comunica con nosotros para decirnos que han recogido un galgo o un podenco y lo tienen en su casa, y otros que nos dicen traérmelo que lo cuidamos, a todos queremos darles las gracias en nombre de los galgos y podencos desprotegidos.
El único pago a tantas noches sin dormir y tantos días de preocupación hasta ver salir adelante a estos perros acogidos, es recibir noticias y fotos de los mismos en su feliz vida nueva. Y es lo único que sí esperan a cambio las casas de acogida, fotos y noticias de su ex pupilo.
Como muestras os presento a los dos nuevos rescates en Sevilla de galgos112, Fino y Rayo. Bárbara y Kate, gracias

Fino

Rayo

2 comentarios:

Kate Stay dijo...

Gracias a Julio por rescatar a Rayo ayer, por llevarle al veterinario y enseñarle primero que no todos los humanos son malos.

Rayo ya se encuentra bastante mejor: está rehidratado, comiendo bien y después de empiezar el curso de antibiotics y antiinflamatorios tiene mejor aspecto. Está alegre, mueve el rabo con energía para saludarme y incluso ha jugado un poquito esta tarde con sus nuevos amigos, Bingo y China.

Va a ser un amor de perro - muy cariñoso, bueno y guapo!

Barbara dijo...

Fino, despues de 5 dias parece otro. Tomando sus medicinas y recibiendo curas todos los dias. Está contentisimo y muy pero que muy agradecido por haberle ayudado.