lunes, 29 de noviembre de 2010

El abandono es un problema con solución

Fino:
Con una herida infectada en una pata, hambriento y con frío, se acercó a Bárbara que le dió cobijo en su casa. Fino es un perro muy guapo, que tuvo un dueño que lo dejó tirado, luego, se lastimó su pata, seguramente un atropello que es lo más común entre los accidentes sufridos por estos perros que vagan por toda andalucía como fantasmas en las carreteras, en polígonos y vertederos, sin que las autoridades competentes se molesten siquiera en plantear algún tipo de política que proteja a estos perros de usar y tirar, del abandono.


Al día siguiente, Julio se encontró a Rayo en su trabajo, yacía desvanecido de agotamiento, con una herida infectada en la cabeza, a Rayo no le atropellaron, a él le pegaron con un utencillo punzante, tres agujeros simétricos en su cabeza y uno en el cuello nos muestran que un humano intervino en el mal estado de salud de Rayo.
No es la primera vez que Julio sale antes de su trabajo llevando un galgo herido en sus brazos, ante la incomprensión de la mayoría de sus compañeros que aunque se compadecen del pobre perro no se involucran en ayudar.

Fino y Rayo se recuperan en sus casas de acogida, calentitos, medicados y bien comidos, y en poco tiempo estaran sanos y serán los galgos guapos que siempre debieron ser.
Cuando estén recuperados sin sangre, sin tristezas, sin debilidad, alguien se fijará en ellos y se adoptarán.
Ellos olvidarán sus heridas y comenzarán una nueva vida.

Pero debe quedar claro para todos, que estos son solo un par de perros con suerte, con mucha suerte. Primero por encontrarse con alguien que les quiso rescatar y segundo porque sus heridas tienen cura.
Son muchos los que no se recuperan o no lo hacen del todo, muchos los que quedan con secuelas, marcas, miedos, y muchos más los que directamente mueren entre un montón de basura en algún sitio tirados.

Exige a tu ayuntamiento que tome cartas contra el abandono, hacer un control de los perros de la zona no es difícil, poner multas por no tener los perros identificados, tampoco lo es, y obligar a los que tengan animales a tenerlos en buenas condiciones, chipeados y censados es bien sencillo, sólo es cuestión que en cada ayuntamiento este capítulo sobre la tenencia responsable de animales se abra.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Acoger es un acto de solidaridad

Porque acoger no es sencillo, te encuentras de pronto en tu casa con un perro llenito de pulgas y garrapatas, delgadísimo, y normalmente ensimismado o asustado. Muchas veces enfermo o con heridas abiertas que debes curar. Un perro que no sabes cómo va reaccionar, si te morderá cuando le quieras curar, si no querrá caminar cuando lo quieras sacar a pasear, si va a mear, cagar o romper tu casa cuando le dejes la primera vez solo…
Recoger un perro recién rescatado implica tener una paciencia y una convicción que la mayoría de las personas no tienen. Cuando alguien me dice ‘tráemelo’ o bien ‘lo he metido en mi casa’, me alegro muchísimo por ese perro y me preocupo por esa familia, pero sobretodo, pienso, ‘Sii!! Este perro tiene una oportunidad de conseguir familia!!!’
Los adoptantes tienen que saber que estos perros han sido cuidados con cariño, paciencia, ganas, dinero (las casas de acogida compran los medicamentos, y la comida y muchas les pagan cosas extras en los vetes para que el perro se recupere antes y mejor) , las familias de acogida que sacan adelante un perro recién rescatado, se pasan las primeras noches durmiendo a ratitos para vigilarle, atentos a cualquier llanto, quejido o movimiento, estas personas, cuidan de sus acogidos con muchísimo cariño. Perros extremadamente delgados al que hay que darles de comer varias veces al día pocas cantidades para que no les siente mal. Perros recién operados a los que hay que medicar, vigilar, rehabilitar. Perros con heridas abiertas a los que hay que limpiar y vendar. Perros con enfermedades muy graves, que se curan con una buena alimentación y la medicación adecuada. Perros traumatizados que no salen de su rincón. Perros desbordados que no pueden quedarse quietos. Perros que han sido rescatados del mismo infierno.
Cuando estos perros están gorditos, recuperados y brillantes, se van con su adoptante, y su familia de acogida se alegra por haber sido partícipes de ese camino transitado, y ya están pensando en el nuevo necesitado que muchas veces ha llegado a su casa al día siguiente o el mismo día que se fue el anterior.
Las casas de acogida no paran de curar, cuidar, recuperar, educar, y sin ellas no podríamos ayudar a casi ninguno de nuestros perros. Galgos y podencos destrozados que tienen la suerte de haber conseguido una casa de acogida, son unos privilegiados.
Desde galgos112 queremos dar una vez más las gracias a las casas de acogida, aunque pequemos de poco humildes porque todos los voluntarios de galgos112 somos casas de acogida, pero también hay gente anónima que se comunica con nosotros para decirnos que han recogido un galgo o un podenco y lo tienen en su casa, y otros que nos dicen traérmelo que lo cuidamos, a todos queremos darles las gracias en nombre de los galgos y podencos desprotegidos.
El único pago a tantas noches sin dormir y tantos días de preocupación hasta ver salir adelante a estos perros acogidos, es recibir noticias y fotos de los mismos en su feliz vida nueva. Y es lo único que sí esperan a cambio las casas de acogida, fotos y noticias de su ex pupilo.
Como muestras os presento a los dos nuevos rescates en Sevilla de galgos112, Fino y Rayo. Bárbara y Kate, gracias

Fino

Rayo

lunes, 22 de noviembre de 2010

Molly, no pudimos salvarte



Molly es un nombre inventado, se lo puso Kate cuando estaban por llevarla al quirófano, porque Molly se estaba muriendo. Era urgente operarla, el día antes, Sara y su pareja le habían recogido de la carretera, alguien le había atropellado y allí la dejó tirada, ellos la recogieron y la trajeron a la clínica, la vete estuvo cosiendo sus heridas e intentamos calmarle el dolor. Kate la acogió en su casa por la noche, a la mañana siguiente Molly debía ser intervenida por la fractura de su codo, pero entonces nos dimos cuenta de que su cuerpo se estaba hinchando, unas pruebas demostraron que su abdomen se estaba llenando de líquido, la operaron y aunque se consiguió coser su vejiga rota , la infección ya había tocado el riñón y otros órganos, estamos casi seguros de que el coche le pasó por encima aplastándola, su codo roto era una minucia al lado del destrozo que le hicieron por dentro.

Su corazón se detuvo antes de que la operación terminara, Molly murió.

Y la rabia y la impotencia se apoderó de todos los que estuvimos intentando salvarla. Rabia contra el mal nacido que se desentendió de ella, porque sabemos que Molly llevaba más de un año abandonada. Rabia por el que conducía el coche que le pasó por encima y ni siquiera se detuvo. Rabia porque aquí 'no pasa nada', dos atropellos en dos días y aquí 'no pasa nada'.

Los de siempre recogemos lo que los demás tiran, y aquí 'no pasa nada'.

Estamos cansados, enfadados y dolidos, porque ninguna Molly se merece una muerte así y menos que su muerte no sirva para nada, así que desde Galgos112 te decimos en nuestra despedida, querida Molly , que tu muerte no será en vano, y haremos todo lo posible por conseguir que alguno de los malos que en tu vida se cruzaron paguen por tu sufrimiento.

Descansa guapetona, que ya está bien.

Sancho y Cesar, atropellados y por suerte rescatados.

A Sancho le recogieron en Alcolea del Río, el 10 de Noviembre, deambulaba por el pueblo buscando comida, muy delgado, cojeando, con un bulto en el costado y orinando sangre. Un hematoma le ocupaba todo su vientre desde la base del pene hasta el cuello. Pensamos que le han atropellado o golpeado y esto le produjo la hemorragia y el bulto.
Ahora se ha estado recuperando en su casa de acogida (gracias a Javi y a Esther) y es feliz, porque a pesar de su estado físico tan deteriorado, Sancho es un perro joven y feliz, cariñoso y amable, que convive con otros animales y con gente sin problemas, es pequeño de tamaño y tiene muy buena musculatura, le encanta dormir y comer, y relajarse . Ahora debe descansar y recuperarse pero viendo lo bien que evoluciona su estado físico, calculamos que en un mes estará totalmente recuperado.
La situación de César es un poco más difícil, le recogió Lourdes en Bollullos (Sevilla) la noche del 17 de Noviembre, le habían atropellado y estaba tirado en la calle, un grupo de personas a su alrededor se lamentaban de su estado pero nadie le levantó. César lloraba de dolor bajo la lluvia, extremadamente delgado y cansado se había echado a morir.
Nuestra compañera paseaba con sus tres perros y no dudó en levantarlo y llevarlo en brazos hasta su casa, algo nada fácil teniendo en cuenta de que está esperando un niño y Cesar es un galgo muy alto, está muy delgado, pero es grande. Fue una noche extraña para él, porque aunque el dolor le encogía el cuerpo, el calor y la comida que le dieron le tranquilizó. Durmió calentito por primera vez en su vida.
César tiene la cadera partida en varios sitios, el viernes le han operado y descansa en su casa de acogida (gracias a Carmen, su hermana y su madre que no dudaron en decirnos ‘tráelo a casa’). César está muy dolorido y demorará en recuperarse, se le ha reconstruido la cadera pero tiene también roto donde la pata se articula, aunque esperamos que no haya que volver a operar, su estado es muy grave. A penas pesa 23kg cuando su peso debería estar cerca de los 30kg, porque César es alto y largo.
Os presentamos a estos dos nuevos rescates de Sevilla y os pedimos que nos ayudéis sobre todo para pagar la operación de César que ha sido importante.
Una vez más os necesitamos para que nos ayuden a ayudar.

Nuestra cuenta : Bancaja: 2077 1372 07 1100022075

jueves, 11 de noviembre de 2010

Adoptar es parte del proceso


Para los que intentamos cambiar la situación de los perros en general y de los galgos en particular es muy importante que quienes les adoptan sean consientes de cuál es el problema por el que nuestra asociación tiene razón de ser.
El problema es la gran cantidad de galgos descartados por galgueros y cazadores cada año, la falta de control sobre la natalidad y tenencia de estos animales que permite a algunas personas tener entre 6 y 15 galgos al año en condiciones malas de salud y alimentación (sin vacunas, sin atención veterinaria, sin alimentación adecuada) y descartarlos al cabo del año según les sirvan o no para las carreras o la caza. Esto produce una gran cantidad de galgos abandonados en carreteras, campos y perreras, una cantidad tan grande que ninguna asociación ni todas juntas pueden palear la situación, sólo podemos poner pequeños parches recogiendo a algunos de estos perros, pero a la gran mayoría les espera la muerte.
La solución es el cambio de mentalidad, el control social, y la aplicación de leyes sobre la tenencia de animales que impidan el abandono y el maltrato. Por eso es importante lo que podamos transmitir a todos los que se acerquen a nuestra asociación, a todos los que lean nuestra web.
Y eso intentamos, hacemos todo lo posible por contaros las historias de cada perro rescatado para que os sirvan de ejemplo, para que se sepa lo que estos perros viven, para que quede claro que los rescates siempre se hacen in extremis, se rescatan perros que están en malas condiciones físicas y a los que les espera una muerte segura.
Estos son los perros que están en adopción en Galgos112, aún así, es difícil tocar la sensibilidad y la conciencia suficiente para que la gente quiera adoptar además de perros guapos y jóvenes, a los viejos, a los negros, a los enfermos, a los que tienen problemas de comportamiento, a los distantes, a los llorones, a los ‘raros’.
A pesar de que damos una descripción del perro según la información que las casas de acogida proporcionan, las exigencias de algunas personas nos sorprenden. Nosotros rescatamos, no educamos, curamos heridas, pero la rehabilitación emocional es un proceso largo que debe seguir en la casa del adoptante. La integración es responsabilidad del adoptante, porque cuando un perro se rescata lo que prevalece es la salud y se le cura, se le cuida. Pero cuando está sano, hay que educarlo, ayudarle a adaptarse a la familia, continuar la rehabilitación que comenzó en acogida.
No esperéis que entreguemos perros guapos y educados, porque lo que tenemos son perros rescatados que han pasado experiencias terribles y esperamos darle una segunda oportunidad porque ellos la merecen, y su vida empieza de nuevo, pero no son hojas en blanco, son perros que ya han vivido, con la suerte de que al no racionalizan sus experiencias, al vivir nuevas y buenas sus traumas desaparecen, poco a poco, con mucha paciencia, con muchas ganas de querer cambiar las cosas.
A todos aquellos que os plantéis adoptar os pedimos, por favor, que también os comprometáis con la causa, os invitamos a caminar juntos, a reeducar, a rehabilitar, a curar, a contener, a conseguir entre todos a cambiar las cosas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Para Mora

Recibimos el aviso de la existencia de Mora en el mes de junio. En ese momento no pudimos hacernos cargo de ella debido a la saturación de nuestras casas de acogida, así que le pedimos a su cazador que la guardara que en cuanto tuviéramos un sitio nos la llevaríamos. En cuanto las emergencias nos lo permitieron le ofrecimos el primer sitio de acogida que nos quedó libre.

Tengo las letras que vienen a continuación guardadas desde el 28 de septiembre. Fue lo que les escribí a mis compañeros cuando supe que después de haberle encontrado acogida Mora ya no estaba entre nosotros. Salieron del dolor, la rabia y la impotencia, y aunque me pidieron que las publicara, no ha sido hasta ahora cuando he sentido que había llegado el momento de hacerlo. Porque no quiero que Mora quede en el olvido, porque hay muchos galgos como ella, esperando; los hay negros y los hay "mayores" y como ella los hay negros y "mayores" y ellos también merecen salir. Y no podemos, ni queremos, permitir que sigan siendo aún más invisibles.

Casi casi te sacamos, casi casi te libramos de ese final que tenías escrito desde que naciste.

Te conocimos en junio, le pedimos a tu cazador que te aguantara. En este tiempo te hemos ido siguiendo, te hemos ofrecido a varias familias, pues eras una buena galga, de las que incluso conviven con gatos. Pero tenias dos pegas, preciosa. Tus siete años hacían que muchos te vieran vieja y es que, además eras negra, pequeña.

Finalmente conseguimos acogida para ti. ¡finalmente! Y cuando ayer Elena fue a recogerte ya no estabas.

Casi casi, Mora, pero no ha podido ser. Esta vez no ha podido ser.