Estos días, en muchos reportajes de televisión vemos imágenes sobre como la nieve cubre con su precioso manto blanco todo aquello a lo que alcanza, cubriendo, carreteras, caminos, aceras, y todo límite estéril, dando a todo ese entorno un aspecto mas natural, mas virgen, quizás sea por eso que su visión nos evoca a la Navidad, fechas entrañables para estar con los nuestros, al lado de un buen fuego, contando historias de familia que hacen que recordemos nuestras raíces y quienes somos...Si no fuera porque cada vez que veo las imágenes de la nieve, un escalofrió recorre todo mi ser, pensando en todos los animales sin techo a los que la nieve les podrá parecer de todo menos idílica.
Pequeños y bondadosos seres indefensos, soportando las inclemencias de un tiempo implacable, y reviviendo la crueldad e indiferencia de aquellos que les abandonaron a su suerte.
Imagino los miles de perritos peluche, preciosos, que serán regalados estos días para satisfacer el deseo de los mas pequeños y los que no lo son tanto.
Perritos de peluche con vida. Vidas, muchas de ellas, que acabarán abandonadas a su suerte, o en la cuneta de una carretera, regaladas como objetos de segunda mano, o encerradas en frías perreras, esperando una segunda oportunidad, y preguntándose seguramente, que han hecho mal...
Demasiados animales sin hogar , sufren cada día, lo que ningún ser vivo debería conocer, y lo peor de ello es que la mayoría de ellos y antes de terminar en lamentables condiciones fueron capricho de alguien. Alguien irresponsable y cruel. Alguien cobarde que no querría ni pensar que su perrito de peluche, ha acabado atropellado, o con un final peor. Es mas fácil pensar que aquel precioso animal que compró y del que después se desentendió, habrá encontrado un buen hogar o que alguien lo habrá recogido...
Por favor seamos responsables, y seamos por encima de todo personas, pensemos que no es un objeto inerte, que sienten y sufren como tu y yo.
La realidad es que hay miles de animales abandonados esperando un hogar, y como siempre decimos, no serán su color, tamaño o aspecto los que llenarán ese huequecito en tu corazón. Serán su bondad, ternura y amor incondicional, del que sabes que jamás te fallará. Un amigo fiel. Un amigo para toda la vida.
Y ya sabes lo que dicen, para tener un amigo, no hace falta comprarlo...
Estas Navidades, NO COMPRES. ADOPTA.
Pequeños y bondadosos seres indefensos, soportando las inclemencias de un tiempo implacable, y reviviendo la crueldad e indiferencia de aquellos que les abandonaron a su suerte.
Imagino los miles de perritos peluche, preciosos, que serán regalados estos días para satisfacer el deseo de los mas pequeños y los que no lo son tanto.
Perritos de peluche con vida. Vidas, muchas de ellas, que acabarán abandonadas a su suerte, o en la cuneta de una carretera, regaladas como objetos de segunda mano, o encerradas en frías perreras, esperando una segunda oportunidad, y preguntándose seguramente, que han hecho mal...
Demasiados animales sin hogar , sufren cada día, lo que ningún ser vivo debería conocer, y lo peor de ello es que la mayoría de ellos y antes de terminar en lamentables condiciones fueron capricho de alguien. Alguien irresponsable y cruel. Alguien cobarde que no querría ni pensar que su perrito de peluche, ha acabado atropellado, o con un final peor. Es mas fácil pensar que aquel precioso animal que compró y del que después se desentendió, habrá encontrado un buen hogar o que alguien lo habrá recogido...
Por favor seamos responsables, y seamos por encima de todo personas, pensemos que no es un objeto inerte, que sienten y sufren como tu y yo.
La realidad es que hay miles de animales abandonados esperando un hogar, y como siempre decimos, no serán su color, tamaño o aspecto los que llenarán ese huequecito en tu corazón. Serán su bondad, ternura y amor incondicional, del que sabes que jamás te fallará. Un amigo fiel. Un amigo para toda la vida.
Y ya sabes lo que dicen, para tener un amigo, no hace falta comprarlo...
Estas Navidades, NO COMPRES. ADOPTA.
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