Hace unos días, y después de muchos meses en acogida con nosotros Ernesto se ha ido. Durante tantos meses esperamos esa familia ideal para el, que era tan especial...Como todos los galgos.Y esa familia llegó de lejos. Gracias a la inestimable ayuda de la asociación Rescani, con Hilde al frente, hemos conseguido el ansiado hogar para Ernesto, con un sentimiento de paz que nos llena el corazón, al haberle encontrado un hogar donde lo querrán como se merece y donde además compartirá su vida con una preciosa galguita ya adoptada por la generosa familia. También vivimos la incertidumbre de mandarlo tan lejos, en avión, pensando si el viaje iría bien, si algún inconveniente se cruzaría en su camino y no llegaría sano y salvo...No podíamos dormir pensando en ello. Así que dos de nuestros miembros, Esther y Nuria, sacando horas de su tiempo, y casi sin dormir esa noche, llevaron a Ernesto personalmente a Bélgica a conocer a sus futuros papis. Los tres hicieron el viaje en avión y Ernesto fue adoptado, y las voluntarias que quedamos aquí, tuvimos la paz y la certeza de que al no viajar solo, sabría que se iba para ir a un sitio mejor, que lo que le esperaba solo eran cosas buenas, que le queríamos y que siempre ocuparía un gran lugar en nuestros corazones. Por el esfuerzo de todas las personas que han hecho posible esta adopción, gracias. Por aprender a querer a las personas tanto como lo hiciste, y por habernos enseñado tantas cosas estos meses contigo Ernesto, gracias. Nos dejaste el corazón partío, como dice una canción, y ese trocito de nuestro corazón que se fue contigo a Bélgica, siempre latirá, con la convicción , que otro trocito del tuyo quedó en Sant Feliu de Guíxols. ¡¡Grandullón, siempre te querremos!!
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