sábado, 10 de octubre de 2009

Lluvia, el rescate nocturno de una galga

TIENE ACOGIDA EN GIRONA!!!!!


En un cuartel de la Guardia Civil durante una tormenta se coló esta galga de madrugada. Una compañera, que es agente destinada allí, es avisada por los turnos de noche, y sin pensarlo baja en pijama y con zapatillas de deporte, pero sin paraguas...

La ve entre los coches, la galga la mira, encoge su cola de miedo y huye.

Después de una hora siguiéndola y con la intuición de que esta galga tenía miedo pero quería ser rescatada, la persiguió, hasta que consiguió que diera la vuelta y volviese al interior. Además ya ambas no podían soportar más agua en las espaldas. Con la galga ingenua introduciéndose en el recinto, nuestra compañera consigue que cierren las puertas de seguridad, dejándola atrapada, pero en cientos de metros cuadrados... Entre la insistencia, súplicas, arrodillamientos, relámpagos, lluvia y aire, se ve superada y la galga cede. La arrincona y la consigue salvar, eso si, sin correa, así que chorreando la carga e brazos, y la tiene en su casa a la espera de que podamos trasladarla a alguna casa de acogida.

3 comentarios:

Núria dijo...

La historia del rescate de Lluvia encaja perfectamente con el texto anterior escrito por Marité. A esta chica la despertaron sus compañeros, probablemente poco después de haber terminado un turno de muchas horas, o pocas horas antes de entrar en él. Bajó sin pensárselo, calzándose unas zapatillas deportivas pero en pijama y olvidando el paraguas a pesar del aguacero que caía. Estuvo más de una hora tras una perra que no se dejaba coger y en cuanto tuvo oportunidad de cogerla, empapada tanto ella como la galga, no dudó un instante en cargarla en brazos y meterla en su casa.

Y lo hizo porqué cree en lo que hace y sabe que la única forma de ayudar es implicarse, y mojarse el culo (nunca mejor dicho).

Este es el tipo de personas que SI necesitamos.

Muchas gracias, compañera :)

Anónimo dijo...

pues cerca de mi casa deambula un galgo desde hace una semana, estoy muy frustrado porque intento rescatarlo pero es imposible porque huye a la mínima presencia humana. Lo he intentado todo, ofrecerle comida, sentarme en el suelo y dejarle la comida a distancia, y lo único que he conseguido es que en la lejanía se siente y se quede mirándome fijamente. Temo por él, porque por esta zona hay muchos desaprensivos que podrían torturarlos.

Marité dijo...

Bien por nuestra compi!!!
Benjamín, no te frustres, es muy difícil coger a un galgo que no se deja coger, ya es bastante que se quede mirándote de lejos. Ten paciencia, y quizás un día él se deje coger.
Estos perros son muy tímidos, además de eso, nunca han tenido una relación emocional con los humanos como la tienen la mayoría de los perros desde cachorros, por eso, les cuesta acercarse, no saben qué esperar de tí.