martes, 28 de julio de 2009

Si quiero.


Es obvio que no es lo mismo adoptar que comprar a un animal de compañía.
Adoptar es una experiencia muy gratificante que a la vez comporta a veces el mismo trabajo de educación que el que llevaríamos a cabo con un cachorro. Enseñarle a hacer sus pipis y sus popos fuera de casa ,o que esa cosa de pie larga y con una luz al final no es una farola para marcar, que cosas son juguetes para mordisquear y que no lo son, andar tranquilamente a tu lado y sin tirar de la correa...Y así con todas aquellas cosas que pueda aprender para que juntos nos complementemos y ambos disfrutemos de nuestra compañía.
A menudo, con los galgos es una tarea que a veces nos ahorramos en gran medida, porque con nuestros consejos y con unas mínimas enseñanzas, parece que hayan vivido en una casa con exquisita educación toda su vida, ya que por naturaleza los galgos son animales muy limpios y delicados, que a menudo muchos adoptantes nos comparan con un gato.
La inmensa mayoría de personas que deciden adoptar, lo hacen movidos, además de amor por los animales, por solidaridad con los que mas lo necesitan, sin importarles raza o color, así que me digo que el compromiso que se adquiere, no con la asociación, no, si no con el galgo, al sacarlo de una vida de miseria y calamidades para ofrecerle un hogar de verdad, debe ser sagrado.
Al ofrecer a un animal, que no ha hecho otra cosa que sufrir las miserias de ser una mera herramienta, un hogar, le estamos enseñando que el amor existe, que aquel músculo que tiene en el pecho y que hasta ahora solo se había encogido una y otra vez ante las embestidas de una vida cruel, sirve para mucho mas.

Sirve para sentir el calor de una familia, sirve para querer y ser querido, sirve para vivir por fin.
Por eso, porque es tan importante, cada latido, cada suspiro, en fin...La vida, y no solo la nuestra, también la ajena, sea humana o no lo sea, debemos ser responsables al adoptar, y tener en cuenta, que ademas de un acto de generosidad, es un acto de responsabilidad que deberemos asumir, y recordar, que si nos rompe una sandalia, habrá que enseñarle exactamente igual como lo hubiéramos hecho con un animal comprado, que aquello no se hace, y dedicarle la misma paciencia.
Todos los adoptantes, que un día decidisteis que estaba en vuestras manos el hacer latir de felicidad al corazón de un galguito, seguro que os ha devuelto con creces el favor, y seguro que lo volverías a hacer una y mil veces.
Y no debería ser tan sencillo como resulta a veces, por parte de determinadas personas, devolver al animal a la primera de cambio, como si fuera un jarrón inerte, o lo que es peor, abandonarlo otra vez, y animales re-abandonados inundan las calles de nuestro país, cubriéndolas de un velo de doble crueldad y de miradas vaciás, que buscan a sus dueños...A sus familias perdidas.
Por ello cuando te digas; Si quiero, y decidas adoptar que sea para siempre, ya sabes lo que dicen ,para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la desdicha, o hasta que la muerte os separe.

Si adoptas, que sea para siempre.

2 comentarios:

ROSA dijo...

hola,soy la mama adoptiva de la galga Lara (que cruzo el arco iris el pasado mes de mayo),y ahora de NINA otra galga,de Llum una perrita mestiza y de Lluna una gata persa, todos adoptados, y es muy gratificante adoptar a unos animales que lo necesitan tanto,con responsabilidad, por supuesto,y te devuelven todo el amor multiplicado,si bien es cierto que al principio necesitas un poco de paciencia para enseñarles las cosas,pero vale la pena.

Marité dijo...

: )
Muy cierto lo que has escrito Cris, todos los perros necesitan educación, adoptar es asumir que dedicaremos un tiempo y una energía desde ese momento,a nuestro compañero de vida.
No camines solo, adopta un perro.